jueves, 25 de febrero de 2010

¡Bendita inocencia!


Tú, que puedes aislarte de tu alrededor siempre que quieras, y aunque no lo hicieses, seguirías siendo ajena a todas las desgracias que te rodean.

Tú, que albergas toda la paz en tu interior, y con cada una de tus sonrisas la exteriorizas y se la prestas a todo aquel que tenga la suerte de verte.

Tú, que no entiendes de enfermedades, ni de mentiras, ni de maldad. Pero sabes que debajo de las mantas se está calentito.

Tú, que lloras si tu estómago hace gestos, que haces gestos a todos los que te quieren, que quieres a los que te abrazan, y abrazas tu chupete como si fuera tu arma más valiosa.

Tú eres capaz de aportarme en media hora más paz de la que puedo conseguir en 365 días.

365 días.Más de los que tú tienes. 365 paseos iluminados por 365 rayos de sol en aquella fría tarde de enero.

El sol y tú sois los únicos síntomas de alegría. Porque desconocéis la verdad. ¡Bendita inocencia! Pero un día tú, con el sol, crecerás, y empezarás a saberlo todo. Además, tienes cara de lista. Estoy segura de que llegarás lejos. Pero esto implicará entender, y sufrir, pero también luchar...vivir. o único que no debes hacer es dejar de reír.